Aquí, con su hijo Jason en el rodaje de Hello, Dolly!, película dirigida por Gene Kelly en la que también tiene un cameo Louis Armstrong; la película fue un fracaso económico, pero no de taquilla; sólo había resultado "un poco cara". Es muy recomendable para pasar un rato agradable pese a lo mal que la ha tratado la crítica.
Además de lo mucho que me gusta su voz está mi devoción a su repertorio. Ha cantado lo mejor de los mejores; desde standards de Broadway compuestos por Cole Porter, Gerswhin, Sondheim (de rodillas), Bernstein, Styne, Rodgers, Berlin, Arlen... en fin, todos los nombres sagrados de la música ligera-clásica americana, hasta temas de músicos actuales sagrados; así su mítico "Guilty" con Barry Gibb, o temas de Paul Williams, Lennon, McCartney, Paul Simon, Stevie Wonder, David Bowie, Burt Bacharach, Henry Mancini (fíncome de hinojos de nuevo) y una interminable lista de compositores pop. Lo que ha cantado ella también está en los álbumes de otros cantantes que admiro, desde Ella Fitzgerald a Frank Sinatra, pasando por Judy Garland, Tony Bennett, Elvis Costello, Diana Krall,... De su estilo son deudoras muchas voces actuales.
Lo llamativo de una carrera así es, sin duda alguna, el físico que lo acompaña. En un negocio en que lo que se lleva es hacer gala de rostro Lancôme y cuerpo escultural (véanse JenniferLo, Beyoncé, por citar algo de actualidad), pocas veces es algo que coincida con el talento (mencionemos a Diana Krall, que es estupenda). Barbra irrumpió con su rostro imperfecto, narizota y de mirada estrábica en un negocio en el que prima la imagen. Pero además de voz tenía una innata vis cómica que sobre todo quedó bien explotada en la década de los sesenta. Era la nueva Fanny Brice, por voz, por físico, por talento cómico, y le regalaron, precisamente, hacer de la estrella de Ziegfeld primero en Broadway, más tarde en el cine. Aquí aparece haciendo de Baby Snooks, uno de los personajes de Brice más conocidos.
Fue llegar y besar el santo. Son legendarias sus peleas con William Wyler, reclamando su derecho a dirigir "Funny Girl" como experimentado director que era; y ella reclamando el derecho a dirigirse a sí misma porque había representado ese papel cientos de veces sobre el escenario. Es significativo que su primera canción en el cine fuera "I'm the greatest star" (soy la estrella más grande) y todo ello era un claro indicio de su incipiente megalomanía, no vamos a negarlo.
La discografía de Barbra excede los 60 álbumes, incluyendo recopilatorios, directos valiosísimos, bandas sonoras... A mí los que más me complacen son los de los años sesenta, porque su voz era salvaje y el repertorio es el que más me gusta. También hay un álbum mítico, "Classical Barbra", de 1976, en el que se da el gustazo de interpretar música clásica con su voz pop. Probad a escuchar su versión de la "Pavane" de Fauré. Ha grabado, a lo largo de 45 años de carrera, dúos con las voces más interesantes del panorama musical (y a veces dudosas, como Don Johnson), pero yo destacaría, como algo menos conocido, el que hizo con Ray Charles para su especial de televisión "Barbra Streisand and other musical instruments"; es una de las más bonitas versiones de "Crying time" que he escuchado.
En el cine lo suyo ha sido una de cal y otra de arena. A destacar "What's up, doc?", "The way we were" y "Yentl", su primera película (oficial) como directora, además de guionista, productora, actriz y cantante, todo en uno; ignorada en los Oscars, pero no en otros ámbitos, hasta Cabrera Infante ("Cine o sardina") la califica de obra maestra; por no hablar de esa fructífera asociación musical con Michel Legrand ("Los paraguas de Cherburgo", "Verano del 42") y Alan y Marilyn Bergman, sus incondicionales letristas.
De sus innumerables premios hay que destacar, además del Oscar a la mejor actriz por "Funny Girl", uno como compositora por "Evergreen", el tema principal de ese innecesario remake de "Ha nacido una estrella", uno de sus mayores éxitos económicos. Tiene un Tony, varios Grammys, el AFI,... innumerables discos de oro y platino y récords de ventas y números uno sólo superados por Elvis y los Beatles.
Está en edad de jubilarse, pero el dólar es el dólar y eso hace superable su conocido pánico escénico. Sus sonoras vueltas al directo quedan registradas en DVD, destacando por encima de todos dos conciertos: uno, el de 1967 en Central Park, ante 135.000 espectadores, da fe de su poder de convocatoria y es probablemente el mejor documento de la magnífica forma en que se encontraba entonces. Otro, el de 1994, nunca ha tenido más dominio técnico de voz y escenario desde entonces. Ahora, después de lós récords de audiencia (y recaudación) de su gira 2006 en USA, ha mencionado su intención de darnos una oportunidad a los europeos, pero hace semanas que no tenemos más noticias. Su voz no es lo que era, pero... sigue siendo muy poderosa y aunque ya no alcanza las notas más altas con la seguridad de antaño, ya quisieran muchas estrellas tenera la cuarta parte de lo que tiene Barbra. Sobre todo, tiene narices.
6 comentarios de texto:
¿Es que nadie, nadie, nadie, tiene nada, nada, nada que comentar sobre mi artículo?
Jajajajajaj, Claro que sí, Idoia Funny Brice Lowenstein, aquí estoy yo para decirte que el mismísimo día 24 eché un vistacillo a tu blog porque sabía que habría un buen homenaje a nuestra adorada. Ni que decir tiene que me uno en todas tus devociones, entregas y alabanzas hacia la grandísima Barbra, que, gracias a Dios, a pesar de haber cumplido la edad, no se jubila y sigue en activo (y que nos dure muchos, muchísimos años más).
No he leído nada a cerca de su gira europea. Sólo un par de referencias en imdb.com sobre una posible visita al Reino Unido, que son los más privilegiados en cuanto a visitas barbrianas. En todo caso, no sería descartable la posibilidad de un ryanair ida y vuelta con hotelito y entrada al concierto incluidos para ver a The Biggest One (lo que sería aquí "La mah grande, ma o meno)in concert.
Desde tierras onubenses todo mi apoyo a Barbra a sus 65 años y a nuestra Funny Idoia Brice por tanta dedicación.
Besitos de tu Manué.
PD: Tengo pendiente el mail que te prometí. Lo vuelvo a prometer...
Que sí, que sí, que planeo un Ryanair hacia Dublín y gastarme todos mis ahorros en algo más que un simple ticket. Más detalles... a cambio de ese prometido e-mail, Teji.
Hola. Estaba mirando fotos de Barbra S. en internet y me tope con tu blog. Me parece genial, tengo 27 años y me encanta esta ran gran gran artista... Gran Actriz, fantastica cantante.... Brillante Barbra!!! Eterna Barbra... y a los 65 esta mejor que nunca. Solo una cosa: Creo que es muy muy bella... siempre lo fue, solo que un poco distinta al modelo... Talentosa y Bella. Una verdadera mujer 10.
Algún día me comentaras las peleas con William Wyler...?
Me parece curiosísimo esto ya que hablamos del mismo Wyler , el de Bette D?.
El disco sobre musica clasica es muy interesante.
Matizada ,cuidada..pero la prefiero en su repertorio tradicional.
El lobo.
@Lobo: Classical Barbra es un álbum atípico que los puristas pueden rechazar de plano. A mí me gusta esa visita sin complejos a la música "culta", sin engolar la voz, con más naturalidad de lo que era habitual en ella. Curiosamente, es su música favorita y quizá le puede el respeto que siente por ella. Y a mí me gusta mucho su versión del "Lascia ch'io pianga". Pero bien es cierto que... también me gusta más su repertorio tradicional. Como digo en el artículo, prefiero su producción de los 60, más algunos álbumes sueltos de los 70 y 80.
Bueno, las biografías de Barbra nunca han escondido que siempre ha aspirado a ser directora, mucho antes de que lo hiciera oficialmente con Yentl. Todas las estrellas con personalidad se han estrellado contra sus directores, y sí, es el mismo Wyler que tanto tuvo que ver con Bette Davis.
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