Calle 14: abril 2007

Streisand 65

6
  • 24 abril 2007
  • Retroclásica
  • Streisand cumple hoy 65. Como diría mi amiga Esther, "toda una tauro". Son ya muchos años de coleccionar sus películas y, lo que más me gusta, su música. Te puede gustar o no (o siendo más extremistas, la puedes detestar), pero es innegable que la suya es una de las mejores voces de la segunda mitad del siglo XX y de lo que va de tercer milenio.


    Aquí, con su hijo Jason en el rodaje de Hello, Dolly!, película dirigida por Gene Kelly en la que también tiene un cameo Louis Armstrong; la película fue un fracaso económico, pero no de taquilla; sólo había resultado "un poco cara". Es muy recomendable para pasar un rato agradable pese a lo mal que la ha tratado la crítica.

    Además de lo mucho que me gusta su voz está mi devoción a su repertorio. Ha cantado lo mejor de los mejores; desde standards de Broadway compuestos por Cole Porter, Gerswhin, Sondheim (de rodillas), Bernstein, Styne, Rodgers, Berlin, Arlen... en fin, todos los nombres sagrados de la música ligera-clásica americana, hasta temas de músicos actuales sagrados; así su mítico "Guilty" con Barry Gibb, o temas de Paul Williams, Lennon, McCartney, Paul Simon, Stevie Wonder, David Bowie, Burt Bacharach, Henry Mancini (fíncome de hinojos de nuevo) y una interminable lista de compositores pop. Lo que ha cantado ella también está en los álbumes de otros cantantes que admiro, desde Ella Fitzgerald a Frank Sinatra, pasando por Judy Garland, Tony Bennett, Elvis Costello, Diana Krall,... De su estilo son deudoras muchas voces actuales.

    Lo llamativo de una carrera así es, sin duda alguna, el físico que lo acompaña. En un negocio en que lo que se lleva es hacer gala de rostro Lancôme y cuerpo escultural (véanse JenniferLo, Beyoncé, por citar algo de actualidad), pocas veces es algo que coincida con el talento (mencionemos a Diana Krall, que es estupenda). Barbra irrumpió con su rostro imperfecto, narizota y de mirada estrábica en un negocio en el que prima la imagen. Pero además de voz tenía una innata vis cómica que sobre todo quedó bien explotada en la década de los sesenta. Era la nueva Fanny Brice, por voz, por físico, por talento cómico, y le regalaron, precisamente, hacer de la estrella de Ziegfeld primero en Broadway, más tarde en el cine. Aquí aparece haciendo de Baby Snooks, uno de los personajes de Brice más conocidos.

    Fue llegar y besar el santo. Son legendarias sus peleas con William Wyler, reclamando su derecho a dirigir "Funny Girl" como experimentado director que era; y ella reclamando el derecho a dirigirse a sí misma porque había representado ese papel cientos de veces sobre el escenario. Es significativo que su primera canción en el cine fuera "I'm the greatest star" (soy la estrella más grande) y todo ello era un claro indicio de su incipiente megalomanía, no vamos a negarlo.

    La discografía de Barbra excede los 60 álbumes, incluyendo recopilatorios, directos valiosísimos, bandas sonoras... A mí los que más me complacen son los de los años sesenta, porque su voz era salvaje y el repertorio es el que más me gusta. También hay un álbum mítico, "Classical Barbra", de 1976, en el que se da el gustazo de interpretar música clásica con su voz pop. Probad a escuchar su versión de la "Pavane" de Fauré. Ha grabado, a lo largo de 45 años de carrera, dúos con las voces más interesantes del panorama musical (y a veces dudosas, como Don Johnson), pero yo destacaría, como algo menos conocido, el que hizo con Ray Charles para su especial de televisión "Barbra Streisand and other musical instruments"; es una de las más bonitas versiones de "Crying time" que he escuchado.

    En el cine lo suyo ha sido una de cal y otra de arena. A destacar "What's up, doc?", "The way we were" y "Yentl", su primera película (oficial) como directora, además de guionista, productora, actriz y cantante, todo en uno; ignorada en los Oscars, pero no en otros ámbitos, hasta Cabrera Infante ("Cine o sardina") la califica de obra maestra; por no hablar de esa fructífera asociación musical con Michel Legrand ("Los paraguas de Cherburgo", "Verano del 42") y Alan y Marilyn Bergman, sus incondicionales letristas.

    De sus innumerables premios hay que destacar, además del Oscar a la mejor actriz por "Funny Girl", uno como compositora por "Evergreen", el tema principal de ese innecesario remake de "Ha nacido una estrella", uno de sus mayores éxitos económicos. Tiene un Tony, varios Grammys, el AFI,... innumerables discos de oro y platino y récords de ventas y números uno sólo superados por Elvis y los Beatles.

    Está en edad de jubilarse, pero el dólar es el dólar y eso hace superable su conocido pánico escénico. Sus sonoras vueltas al directo quedan registradas en DVD, destacando por encima de todos dos conciertos: uno, el de 1967 en Central Park, ante 135.000 espectadores, da fe de su poder de convocatoria y es probablemente el mejor documento de la magnífica forma en que se encontraba entonces. Otro, el de 1994, nunca ha tenido más dominio técnico de voz y escenario desde entonces. Ahora, después de lós récords de audiencia (y recaudación) de su gira 2006 en USA, ha mencionado su intención de darnos una oportunidad a los europeos, pero hace semanas que no tenemos más noticias. Su voz no es lo que era, pero... sigue siendo muy poderosa y aunque ya no alcanza las notas más altas con la seguridad de antaño, ya quisieran muchas estrellas tenera la cuarta parte de lo que tiene Barbra. Sobre todo, tiene narices.
     
    Copyright 2010 Calle 14