Para dar fe de que no todo se
emulea, en casa habitan unos cuantos centenares de
deuvedés originales. No, si lo del
divequis es, cómo diría yo, más que nada por aprovechar espacio. Aquí mis últimas adquisiciones: el montaje original en teatro de SWEENEY TODD (Stephen Sondheim, oh, venerado dios de Broadway), y un concierto de HARRY CONNICK JR. con su
big band en Nueva York en 1992. Nada que ver uno con otro, si han venido conmigo en la misma bolsa, era porque el precio los hacía merecedores de la compra.
ROJO
Hay gente a la que no le ha gustado la versión que Tim Burton ha hecho de
Sweeney Todd para el cine porque hay demasiada sangre; yo más bien diría que porque los musicales de Sondheim no son para ver comiendo palomitas precisamente: la música es compleja, las letras muy profundas y las tramas, como en este caso, no tienen nada de superficial ni gratuito. Sí, pienso que Tim Burton se ha excedido tanto en la sangre como se ha quedado corto con el papel femenino. Además, carece del humor negro del montaje original y, claro está, Mrs. Burton o Helena Bonham-Carter no es
Angela Lansbury, la señora Lovett.
Estrenada en Broadway (Uris Theatre, marzo 1979), originalmente el papel del protagonista estaba interpretado por
Len Cariou; esta producción para TV se rodó durante la gira americana de 1982, que mantiene a Lansbury e incorpora a George Hearn como barbero. Se ha repuesto en Londres y Broadway en múltiples ocasiones, a destacar la Mrs. Lovett de Patti Lupone, y se han hecho versiones en otros idiomas en todo el mundo. En 1995 Mario Gas dirigió una versión interpretada por Constanino Romero y
Vicky Peña, primero estrenada en catalán y más tarde en castellano. Parece ser que Sondheim ha dicho que ése era el mejor Sweeney Todd. Interesante: la voz de Clint Eastwood y de Darth Vader.
Si hay algo que reivindicar de todo esto es el papel de Lansbury: es una pena que se la recuerde sólo como la irritantemente perspicaz Señora Fletcher a la que ningún crimen se le resiste, quizá conocedora de los trucos aprendidos en sus días como pastelera de la calle Fleet.
Angela Lansbury lo ha sido todo en el mundo del espectáculo. También tuvo papeles interesantes en el cine, como
Gaslight, o muchos la recordamos en
Bedknobs and broomsticks (
La bruja novata). Entre sus memorables trabajos en el teatro destaca
Mame, de Jerry Herman, especialista en entretenimientos de alta calidad, como
Hello, Dolly! Algo similar ocurre con
Bea Arthur, a quien por estos lares se le recuerda más como la
Dorothy de
Las chicas de oro, siendo prácticamente desconocida su brillante trayectoria en el teatro; por cierto, hace sólo unas semanas fallecía la mordaz
Sofía Petrillo, es decir,
Estelle Getty.
AZUL
Este hombre lleva unos veinte años residiendo en mis estanterías. Fue la banda sonora de
When Harry Met Sally la que me conquistó, no sólo sus ojos azules, su destreza al piano y su voz al más puro estilo Sinatra. En España se ha dejado escuchar en algún concierto, yo cruzo los dedos para que una futura edición del Jazzaldia nos lo traiga al Kursaal. Pianista precoz, con once años se codeaba con las mejores bandas de New Orleans, y comenzó su carrera en los clubes de Nueva York. Ha coqueteado con el pop, pero donde mejor se mueve es en el terreno de las
big band. Ah, repitamos su nombre... Se llama
Harry Connick Jr.